En el paisaje estadillano abundan bellos contrastes que se descubren al recorrer sus alrededores: al oeste las riberas del Cinca y las fértiles tierras llanas salpicadas de frutales, almendros, olivos, campos de cereal y viñedos; al norte, las ricas huertas regadas por el manantial de la fuente; al este, las abruptas formaciones serranas de la Carrodilla, donde simas y cuevas, ponen de manifiesto el fenómeno kárstico.