Es una pequeña rapaz que, clavada en un punto del espacio, aletea frenéticamente mientras escudriña el erial, el prado o el barbecho que se abre bajo ella, con la esperanza de lanzarse sobre algún saltamontes o un despistado topillo. Muestra además una extraordinaria capacidad de adaptación a la hora de nidificar o de procurarse alimento.
¿Sabías qué?
El nombre cernícalo viene del latín y una de sus muchas definiciones es: “Mover las aves sus alas manteniéndose en el aire sin apartarse del sitio donde están”