Otro de los secretos que esconde la Sierra de la Carrodilla son sus aves. Surcando sus cielos podremos observar especies típicas del Prepirineo aragonés como aviones roqueros, alimoches, buitres leonados, milanos reales, quebrantahuesos… Todo un paraíso para los amantes de la ornitología.
De camino al Santuario de la Carrodilla, encontraremos un comedero para aves necrófagas en cuyo entorno tendremos excelentes oportunidades para la observación de las aves rapaces al igual que durante el resto del recorrido.