null Pozo del Chelo

Pozo del Chelo

En el camino secundario que comunica Estadilla con el santuario de la Virgen de La Carrodilla, a la altura de la fuente “Mentirosa” y en plena zona serrana, a unos cuatro kilómetros del casco urbano, se ha localizado la nevera artificial que, durante más de dos siglos, abasteció de hielo y nieve a esta villa del Somontano oscense, para su posterior uso en los meses estivales y con fines destinados a conservar los alimentos más delicados, en especial el pescado, a mantener las bebidas frescas y como uso medicinal, fundamentalmente para aliviar los estados febriles, para mermar hemorragias y epidemias e incluso como analgésico.

Se trata de una obra subterránea y abovedada, excavada en la tierra con grandes y profundas dimensiones, reforzada con muros pétreos de contención y ubicada en una umbría zona de vegetación serrana, obviamente en uno de los sectores en el que predomina el microclima que presenta las temperaturas más bajas de todo el término municipal. Consta de dos aberturas irregulares en su parte occidental, a modo de ventanucos, por las que se introducía la nieve y, con posterioridad, se extraía el hielo mediante un sencillo sistema de cuerdas y polea. En su parte superior, se encuentra la boca principal de sección circular.

Si bien tenemos constatada de manera fehaciente la fecha en la que se construyó, en el año 1700, carecemos de datos documentales relativos a la propiedad del pozo y a su concreto sistema de explotación.

Recientemente se ha practicado una rehabilitación para que pueda ser visitado por los viajeros curiosos e interesados y para ampliar el ya rico patrimonio histórico-artístico del que goza la villa estadillana.